El Librojuego, ese gran tesoro
En estas fechas "Dark Game" junto a "Héroes del Acero" están movilizando a un gran número de seguidores de los librojuegos. Prueba de ello son las distintas páginas donde se habla de ello:
He de reconocer que no sabía de esta noticia, y que fue mi compañero Drauka quien me la comentó después de preguntarme ¿qué son los librojuegos?. Quiero señalar antes de nada que soy algo mayor que él y que, aunque él conocía los libros en sí no sabía cómo se llamaban. El caso es que a mi me hizo dar un salto a mi infancia, cuando mi padre me regaló el primero de ellos Retorno a Brookmere. De la colección de Aventuras sin Fin de D&D, editadas en nuestro país por Timun Mas. Esos libritos negros que tantos momentos me han hecho disfrutar. He de reconocer que la primera vez que lo leí creí que estaba mal pues leía de modo lineal y no saltando a la página que me indicara. Cuando me di cuenta empecé a disfrutar como un enano. Siempre he creído que ÉSE fue el primer paso que di al mundo del rol.
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Soñe con leer y crear aventuras como Retorno a Brookmere, Las Columnas de Pentergarn, La Venganza de los Dragones Arcoiris, Visiones de Destrucción, El Misterio de los Antiguos y otros muchos. Luego me pasé a otros librojuegos de distintas colecciones como los de La Máquina del Tiempo hasta acabar con los que serían mis preferidos, debido a lo difícil que solía ser acabar bien el libro, la saga de Planea tu Fuga (los que leí son los de Tenopia y Frome). Fascinantes ellos dos y que sólo son superados por los de Aventuras sin Fin quizás por el toque de nostalgia y por ser los primeros.
Brion y Mim de Retorno a Brookmere, el gran Pentergarn y su nieto Jaime de Las Columnas de Pentergarn y su secuela La Venganza de los Dragones Arcoiris... y tantos otros nombres más me hicieron disfrutar. [[{"type":"media","view_mode":"media_large","fid":"464","attributes":{"alt":"","class":"media-image alignright size-medium wp-image-6839","height":"300","title":"librojuego las columnas de pentegarn","typeof":"foaf:Image","width":"294"}}]]
Eran juegos que no necesitaban dados, sólo tomar decisiones. Luego se complicaron un poco con librojuegos como los librojuegos de Los Cinco, donde ya tenías que usar diversos elementos además de saltar las páginas para llegar a buen término (la brújula, la mochila, la bolsa con las meriendas, los prismáticos...), para luego llegar a los Elige Tu Propia Aventura en los que ya tenías una pequeña ficha y podías usar dados (En casa de mis padres tengo atesorado uno que trataba sobre la Prueba de Raistlin, y que un amigo mío, Salva, me trajo de "Simango no pago", como se la conocía en el pueblo con sorna porque el nombrecito era demasiado parecido (el "no pago" era el añadido), ya desaparecida).
Sí, los librojuego tienen lo mejor de las dos partes. Disfrutar leyendo un libro y disfrutar, al mismo tiempo, jugando un "rol" para una persona, que quita algo el mono de las partidas con los colegas y te da ideas y perspectivas para nuevas partidas.