1. Hacer las tiradas de las Características:

Concretando el punto de Hacer las tiradas de las Características del post del que hablaba ayer, pasaré ahora al detalle. El juego de D&D da varias opciones.

Lo primero que debemos saber es que hay 6 características que son las que van a regular o moldear la ficha del personaje. Estas características son: FUErza, DEStreza, CONstitución, INTeligencia, SABiduría y CARisma. La puntuación ha de estar, en principio, entre los valores 3 y 18, para un humano. Variará según raza, pero siempre el mínimo será 3.

• La opción clásica, la de toda la vida, es la tirada de dados. Dentro de esta opción, nos encontramos con dos opciones "principales" o estándar:

1. podemos ser estrictos y tirar 3d6 por característica
2. o "benevolentes" y tirar 4d6, eliminando la peor tirada.

Aunque también se pueden ver variantes de todo tipo, siempre bajo la supervisión del Máster. Una de ellas, por ejemplo, es tirar 3d6 pero repitiendo tirada de todo dado que saque un 1, con lo que se obtiene una leve mejoría. Otra es hacer lo mismo con los 4d6. A partir de ahí, las variantes, desde mi punto de vista enrarecen mucho el juego.

• Otra opción que me recuerda a la del juego del Aquelarre, es la repartición de puntos. Esta opción parte de la teoría arbitraria de que todos hemos de tener la misma cantidad de puntos al hacernos un pj de nivel 1, y que nos los hemos de repartir según queramos. Esta opción también tiene varios opciones según los puntos a repartir, los valores desde los que se comienza y el costo en puntos de cada valor de características.

1. El reparto básico consistiría en elegir una cantidad a repartir, siendo valores utilizados, según dureza del máster (o locuras) según se mire, entre 60 y 100 puntos a repartir. Dentro de esto, hay variantes, donde se imponen mínimos según la cantidad de puntos que se den, siendo la norma un 10% del total de puntos, o lo que es lo mismo, si tienes 60 puntos a repartir, el mínimo que ha de tener una característica es 6. Esto limita las posibilidades de diferenciar personajes por valores de características, impidiendo así que incluso, como disfruté en una partida, tener un semiorco de aspecto 3.
2. Otra variante es la de poner como base unos puntos específicos (8 a todas las características) y luego dar, en vez de los 80 totales, 15 (personajes de características muy bajas), 22 (personajes de características bajas), 25 (personajes "normales"), 28 (personajes "mejorados") y 32 (personajes "bestias") puntos a repartir. Pero estos puntos no equivalen a los "puntos" de características. Subir un punto de característica cuesta una serie de puntos determinados. Así,

 

valor característica	9	10	11	12	13	14	15	16	17	18
gasto de puntos por valor de la característica	+1	+1	+1	+1	+1	+1	+2	+2	+3	+3
gasto acumulado	1	2	3	4	5	6	8	10	13	16

De este modo, como podéis observar, si queréis tener un pj con dos características al 18, el resto de características estarán a 8. Si las quieres tener más uniformes o parejas, puedes tener 4 a valor 12 y 2 a valor 15. Eso sí, no se contempla bajar ninguna característica por debajo de 8, por lo que los puntos no son equivalentes. El bajar una característica a 7 no hace que tus puntos a repartir sean 34 o siquiera 33. Esta "perversión" tendría que ser consentida por un Máster poco ortodoxo.

Es después de sacar las tiradas, o repartir los puntos según la segunda variante, cuando, si eliges raza no humana, puedes aplicar los modificadores de característica por raza. No sé si es que soy más caótico que legal, pero prefiero que el azar dicte o elija cómo ha de ser mi pj, tenga aspecto 3, o tenga más de dos características por encima de 16.

2. Los bonificadores de las características:

Los valores totales de las características arriba mencionados sólo sirven para darnos una idea del personaje, puesto que lo que realmente va a permitir el desarrollo del resto de la ficha son las equivalencias en bonificadores, es decir, lo que repercuten estas características en otros aspectos de las fichas (sea en las habilidades, en el manejo de las armas, en las tiradas de salvación...). Así pues, cada valor de característica tiene un modificador a las tiradas. De este modo:

Y podemos seguir así en la misma progresión aritmética.