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Borwin MithrilHammer (2ª parte)

Finalmente el drow le arrojó al pequeño Nam a Telchar, que era así como se llamaba el jefe enano, y se marchó, no sin antes jurar que se vengaría.

Telchar MithrilHammer vio la valentía y el arrojo del joven Borwin cuando sin pensárselo hizo el ademán de saltar por lo que supo claramente cual sería el futuro del muchacho y por ello adoptó a los dos jóvenes y los llevó a Inbargathol, la "Fortaleza del Cuerno", sita en las minas de Lugurbar, del reino de Nungunr, al oeste del reino de Acurion. Allí se encontraban los paladines enanos, los cuales tenían contacto asiduo con los paladines de los reinos cercanos. Después de llegar a su hogar, Telchar quiso que los pequeños descansaran y se divirtieran, que recuperaran la infancia perdida, pero viendo que Borwin al día siguiente ya estaba inquieto, y que Nam no hacía nada que no hiciera Borwin, le habló:
- Descansa, cachorro, que has trabajado muy duro estos años y el cuerpo y el espíritu necesitan descansar. Distráete, juega con tu "hermano", que ya tendrás tiempo de volver a trabajar o buscar una profesión...
- Ya sé lo que quiero y quiero empezar cuanto antes. Quiero ser Paladín.
- Desde que te ví en aquella gruta supe cual sería tu destino, pero te advierto que si lo eliges serán muchos los momentos de penurias y sacrificios y pocos los de satisfacción y gloria, cachorro.
- Desde que tengo uso de razón he vivido penurias: Mis primeros recuerdos son de mis padres muertos bajo la espada y el fuego drow, y de ahí en adelante mina y tortura. Nam, la mina y el encontrarte han sido mis satisfacciones, y el ver a Nam vivo mi gloria. Pero quiero ayudar a más gente, quiero ser como tú.
- Ten en cuenta que para ser paladín deberás hacer un juramento sagrado e inviolable. Tiene que ser simple y dirigido a un dios, si crees en ellos, o a ti mismo, a tu "Camino de la Rectitud".
- Juro...
- Espera, cachorro, medita primero...
- Mi misión en la vida será emularte, hacer que, en esta vida y en la otra, te sientas siempre orgulloso de mi. Lo juro.
Telchar se quedó sin palabras, pues nunca había visto juramento más solemne y sincero en un niño. Sólo oyó un juramento similar que le hizo a él mismo el impetuoso Dúrin MithrilHammer poco antes de embarcarse en una misión que le costaría la vida. Sin embargo, notó que el juramento de este muchacho era distinto en los matices, ya que había visto ese juramento sin necesidad de oírlo en los ojos del muchacho el día en el que le salvó la vida. Esto le hizo sentir un orgullo que no había sentido jamás, y decidió adoptarlo, dándole el apellido MithrillHammer. Desde entonces se dedicó en cuerpo y alma a forjarlo para que no le pasara lo que a su hijo Dúrin. Nam, como siempre, hizo lo mismo que su, desde ahora, hermano.

Telchar se encargó de su educación. Le enseñó todo lo que un buen paladín debe saber (averiguar intenciones, diplomacia, conocimientos de la nobleza y realeza de todos los reinos conocidos, religión y sanar, dejando el trato con los animales y la equitación al mejor paladín que conocía para eso, Thantalas Hojadeplata, un elfo guardabosques que vivía en las cercanías y con el que había entablado una gran amistad hacía años. Además, le enseñó el idioma enano y el élfico para poder tratar con respeto a Thantalas, y a leerlos y escribirlos, así como en común e incluso drow, ya que siempre le decía a Borwin que si ya había aprendido a hablar Drow, no le vendría mal aprender también a leerlo y escribirlo. También le enseñó nociones de armería, concretamente en la fabricación de espada, pues decía que quien mejor puede entender el manejo de un arma es quien sabe fabricarla y viceversa. A Borwin no le pareció mal, estaba acostumbrado al trabajo duro y, puesto que la minería había aprendido a apreciarla debido a que cuando trabajaba en ella era el único momento "feliz" (libre de torturas drow) del que dispuso en sus años de esclavitud, forjar los metales que él mismo extraía para moldear lo que el quisiera le resultaba cuanto menos fascinante. Y esto es lo que hacía en sus ratos libres.

Así pasaron varios años de formación hasta que, finalmente, a la edad de 15 años, tuvo repetir el juramento de manera oficial y comenzar su singladura como paladín.