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Cartago y la muerte de niños

La religión cartaginesa está basada en la religión fenicia y era politeísta. Muchos de sus dioses fueron sincretizados, adoptando el nombre que se le daba al dios nativo de características similares, de tal modo que ahora se les conoce más por esos nombres que por los nombres propiamente cartagineses. Parece ser que la pareja divina suprema en Cartago fue Tanit-Ammón, si bien la diosa Astarté fue muy popular en los primeros tiempos de la "Ciudad Nueva".
Al igual que Grecia o Roma en sus respectivos momentos, Cartago acogió en su etapa de mayor explendor a las divinidades de los pueblos con los que trataba y los transmutaba, los alienaba para hacerlos propios. Así hace con los dioses y héroes de Grecia, Egipto o de las ciudades-estado etruscas. A diferencia del panteón fenicio, donde la figura principal era una diosa, en el cartaginés el panteón era presidido por el padre de los dioses.Los textos Púnicos que han sobrevivido nos muestran una casta de sacerdotes y acólitos muy bien organizada que realizaban diferentes tipos de funciones. Al igual que los sacerdotes egipcios, los sacerdotes cartagineses se purificaban limpiándose varias veces al día y se afeitaban con frecuencia (el vello y el cabello eran impuros). En los primeros siglos de la ciudad celebraciones rituales incluyeron el baile rítmico, el cual derivó de tradiciones fenicias. Cartago, siendo todavía colonia bajo mando fenicio fue criticada por sus vecinos por el sacrificio de niños. Plutarco, Orosio y Diodoro Sículo, por citar a algunos mencionan dicha práctica. Tito Livio y Polibio, por contra, no. La Biblia hebrea también mencionan los sacrificios infantiles practicados por los cananeos (antepasados de los cartagineses). Según Charles Picards, tanto los griegos como los romanos se opusieron, no tanto a la matanza de niños, sino a su naturaleza religiosa (cabe recordar que los espartanos sacrificaban a los niños no aptos).  La arqueología moderna en lo que otrora fue territorio púnico ha descubierto varios cementerios de grandes dimensiones destinados sólo a niños. Sin embargo, se discute si en tiempos púnicos los informes de sacrificio de niños son veraces o son textos difamatorios por parte de los romanos, quienes destruyeron la ciudad.  En un cementerio infantil llamado el Tophet, se estimó que unas 20.000 urnas fueron depositadas entre los años 400 aC y 200 aC. Al parecer este tipo de cementerio y su forma de enterramiento en urnas fue una práctica que continuaría hasta comienzos del cristiano. Las urnas contenían tanto huesos carbonizados de recién nacidos como de niños de hasta 2 años e incluso, a veces, fetos.  Lo que si parece ser es que hay una correlación clara entre la frecuencia de los casos de mortinatos (feto que se esperaba que sobreviviera muere durante el nacimiento o durante las últimas etapas del embarazo) y el estado de la ciudad. En tiempos malos: guerra, cosechas pobres, etc. hay mayor frecuencia de cremaciones. Lo cual no implica que los sacrificaran, puesto que no se sabe si fueron abortos naturales o forzados. Así pues, en esos tiempos malos (que vieron los romanos victoriosos hasta en tres ocasiones) pudiera ser que los rituales fúnebres que vieran de dichas criaturas fueran movidas por la necesidad de ganar el favor de la divinidad para que la suerte cambiara (que es lo que difundieron los vencedores); o simplemente, que los malos tiempos provocaran la debilidad de las madres, y por ende, el aumento de mortalidad de niños y de abortos con el consecuente incremento de entierros infantiles. Sergio Ribichini ha planteado que el Tophet fue "una necrópolis infantil diseñada para recibir sólo a los niños que habían muerto prematuramente de enfermedad u otras causas naturales y que, por esta razón fueron ofrecidos a deidades específicas y enterrados en un lugar diferente del ordinario". Los pocos textos cartagineses que se han podido conservar no hacen mención alguna de sacrificios infantiles, si bien es cierto que la mayor parte de los textos pertenece a asuntos ajenos a la religión, como puede ser práctica de la agricultura.