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Las etapas de los roleros

Leí un artículo estupendo sobre como cambia nuestra forma de comprar cómics con el paso del tiempo.
El blog es Un tebeo con otro nombre y el artículo está aquí. El artículo fue reconocido por muchos lectores como tremendamente certero. El otro día hablando con Theck le dije que ese artículo era prácticamente aplicable al rol haciendo unos pocos cambios. He aquí el experimento. He realizado los siguientes cambios, he quitado el apartado de Infancia (no, la mayoría no jugamos mucho a rol con 7 años) que lo he sustituido por el de Principios... Y el resto básicamente consiste en cambiar quiosco por librería y tebeos/cómics por juegos/settings. Podeis leer ambos para ver que los camios son ínfimos.
- Principios. Te invitan a una partida, o te compras un juego de rol. Lo pruebas, te gusta... Quieres más.
- Adolescencia. Fan, te conviertes en un fan. De un juego, de una editorial, de un setting, de lo que sea, pero compras ciegamente todo lo que tenga cierto sello en la portada. Y que nadie te discuta tus gustos, que nadie lo haga. Dispones de cierta cantidad de dinero fijo para tus compras, pero es muy limitado. Visitas librerías de toda la vida (sí, ellas también vendían juegos de rol). Te paras delante de los juegos durante más de quince minutos y haces cuentas y más cuentas para ver que te llevas y que no. Todo te parece muy caro, todo. No sabes ninguna novedad hasta que la ves en una librería. Todo es nuevo, todo es una sorpresa.
- Tardoadolescencia. Las librerías te saben a poco. Satisfacen casi todas tus necesidades pero sabes que hay algo más, un sitio donde los juegos de rol permanecen durante tiempo y donde hay mucho más material. Librerías especializadas. Tus primeras visitas son fascinantes. Son enormes, aunque realmente sean verdaderos cuchitriles. Tienen de todo, o no, pero no te importa, porque tienen lo que ya no está en tu librería. Y muñecos, y camisetas. Incluso tienen el santo grial: juegos de importación. Quieres comprarlo todo. No compras casi nada. No puedes permitirte visitarlas a menudo, así que en navidad y en los cumpleaños apareces por allí y te dejas una pasta. De vez en cuando cae algún juego en inglés, pero no entiendes ni papa. Pero fardas, mucho.
- Edad adulta. Las clásicas librerías ya no están de moda. No porque no vendan juegos sino porque tu ya no las visitas. Tienes cierta categoría y nadie puede verte comprando juegos en ningún sitio que no sea una librería especializada. Las visitas a menudo, demasiado. Das la chapa al dependiente, das la chapa a la cliente, das la chapa a todo el mundo. Eres un mal cliente porque sigues sin tener un duro, pero eso no te impide hojear todos y cada uno de los juegos de la tienda. Todos te odian. Todos.
- Edad adulta pero con trabajo. Es lo mismo que lo anterior pero con dinero. Compras de todo, demasiado, más de lo que te da tiempo a leer. No te importa, llevas años cohibido y ahora nadie te va a parar. En la tienda te adoran. El librero que antes te abroncaba ahora es tu amigo intimo. Todos admiran el tamaño de tu bolsa al salir de la tienda. Eres el puto amo.
- Edad adulta racional. La pila de tu casa amenaza derrumbamiento. Hay juegos a los que no te vas a leer/jugar en tu vida. ¡Estás tirando el dinero! Empiezas a seleccionar. Empiezas a seleccionar mucho. Empiezas a sumar la cantidad de dinero que estas quemando y empiezas a ponerte nervioso. ¿Por qué compraste tanta tapa dura? ¿Por qué rellenastes los huecos de ese setting tan infame?
- Edad adulta de verdad. Seleccionas tu compras. Te informas de las novedades. Te bajas juegos de internet. Te compras solo lo que de verdad te interesa. Enhorabuena.